El Puente de los perros suicidas
El inicio de los primeros actos suicidas de los canes se registra a inicios de los años 60, pues existían diversos testimonios que informaban sobre los repentinos y misteriosos saltos de los perros quienes ni bien llegaban al centro del puente, sin vacilar agarraban pique (velocidad) y se lanzaban hacía el vacío por encima de las barandas del puente sin siquiera detenerse a mirar que es lo que había del otro lado, acaban lastimosamente estampados en alguna roca.
Los perros que sobrevivían tras amortiguar su caída con el agua, subían malheridos nuevamente hacía el centro del puente para increíblemente volver a saltar. Esto se repitió numerosas veces y fue entonces cuando encargaron las primeras investigaciones. El número de actos suicidas oscila entre 80 y 100 caninos en los últimos 50 años.